¿GARROTE SELECTIVO? Hasta los gobernadores hacen piquetes

¿GARROTE SELECTIVO? Hasta los gobernadores hacen piquetes

Ayer Gustavo Sáenz montó una protesta frente a Casa Rosada por la parálisis de la obra pública. ¿Resultado? El jefe de Gabinete Guillermo Francos bajó a saludarlo y hasta hubo guitarreada con Facundo Saravia. Meses antes, el 13 de marzo, jubilados que reclamaban en el Congreso recibieron represión, con un fotógrafo gravemente herido por un cartucho de gas. ¿Somos iguales ante la ley o hay “hijos y entenados” en esta democracia declinante?

Cuando protesta un gobernador (con cámaras, custodias y agenda), el poder abre la puerta: Francos baja, posa y habla de “trabajar en conjunto”. Incluso hay escena folklórica: Sáenz y Saravia cantando frente a la Rosada. Nada de vallas, nada de cascos. Todo muy “institucional”.

Cuando protestan jubilados —el eslabón más frágil de la cadena—, la respuesta estatal es gases y balas de goma. Ese 13 de marzo de 2025, el fotoperiodista Pablo Grillo quedó al borde de la muerte tras el impacto de un cartucho de gas disparado en forma horizontal, violando protocolos. La ministra Patricia Bullrich defendió el operativo y descalificó a la víctima en medios. ¿Doble vara? Parece.

Hecho vs. relato

  • Hecho (06/10/2025): Sáenz reclama por obras “firmadas en 2024 y ratificadas en marzo de 2025”; Francos baja a saludarlo. Hasta hay música. El mensaje simbólico es potente: para los que tienen firma y fuero, alfombra roja.

  • Hecho (13/03/2025): Marcha de jubilados en Congreso; represión con heridos y un fotógrafo con fractura de cráneo. El mensaje, también potente: para los de a pie, palo y gas.

La pregunta que incomoda. Si el Estado puede dialogar (y hasta cantar) cuando reclama un gobernador, ¿por qué no pudo dialogar cuando reclamaban adultos mayores por haberes que no alcanzan? La ley es la misma. Lo que cambia es quién la hace valer y sobre quién. Ahí aparece el garrote selectivo: se reprime a los débiles y se atiende a los fuertes.

No es (solo) una cuestión de estilos: es arquitectura de poder. Una política de orden que mide su “éxito” por estadísticas inmediatas (vallas despejadas, columnas disueltas) y que olvida el principio de igualdad ante la ley. La república no se prueba con fotos en la Rosada: se prueba en cómo se trata al último de la fila.

Conclusión

  • Si dialogar con un gobernador es posible en 10 minutos, proteger a jubilados que marchan pacíficamente debería ser un reflejo.

  • Si hay protocolo para bajar a saludar, también debe haber protocolo para no disparar cartuchos de gas a la cabeza.

¿Somos iguales ante la ley? Hoy, la escena dice otra cosa.


Fuentes: coberturas del 06/10/2025 sobre la protesta de Sáenz y el saludo de Francos (TN, Infobae, El Destape; comunicado oficial de Salta) y crónicas de la represión del 13/03/2025 a jubilados y el caso Pablo Grillo (Clarín, Revista Anfibia, El País).