DISPARATE LIBERTARIO: ¡Consejo de Guerra para 2500 gendarmes!

Miembros y familiares de Gendarmería Nacional, organizados en un grupo de WhatsApp llamado “Gato Verde”, fueron espiados, perseguidos y acusados de delitos gravísimos solo por compartir reclamos laborales. Se presentó denuncia penal contra el Gobierno Nacional. ¿Se puede hacer un Consejo de Guerra en Gendarmería?

Por Alberto Martínez (*)

Un Estado contra sus propios trabajadores

Los organismos de derechos humanos surgieron para defender a los ciudadanos frente a los excesos del Estado. Hoy, ese mismo poder ha perdido toda noción de límites: ya no solo reprime a los sectores más vulnerables, sino también a quienes forman parte de su propia estructura de seguridad.

Sí: el Estado persigue a los que lo protegen. En este caso, a miembros y familiares de Gendarmería Nacional que, a través del grupo de WhatsApp “Gato Verde”, compartían legítimos reclamos laborales y salariales.

Espionaje, persecución y acusaciones delirantes

En lugar de una respuesta institucional acorde, el Gobierno eligió el camino de la represión simbólica y jurídica: espionaje digital, procesos disciplinarios y amenazas de “Consejo de Guerra”. Todo esto acompañado de acusaciones insólitas como “sedición”, “insurrección” y “atentado contra el orden constitucional”.

Se criminaliza la protesta, se viola la privacidad y se utiliza el aparato del Estado para castigar a quienes levantan la voz desde adentro del sistema.

El desquicio institucional ya no tiene freno

¿Quién puede hablar de orden constitucional cuando se acusa de golpistas a trabajadores que simplemente reclaman un salario digno? ¿Qué clase de democracia permite que se utilicen herramientas de inteligencia contra sus propios servidores públicos?

¡Esto no es un exceso. Es una ruptura con el Estado de Derecho!

La seguridad también tiene derechos

El relato oficial pretende instalar que el trabajador policial o penitenciario no debe opinar ni reclamar. Pero eso es falso. Los uniformados son trabajadores, sujetos de derechos humanos y laborales. Cuando se los persigue por ejercerlos, se cae la máscara institucional y se revela una práctica autoritaria que no distingue entre enemigos y servidores.

¿Qué es un Consejo de Guerra y por qué vuelve a preocuparnos?

Un procedimiento anacrónico

Históricamente, el Consejo de Guerra fue un tribunal militar que juzgaba a miembros de fuerzas armadas o de seguridad por faltas graves. Si bien fue eliminado en tiempos de paz en 2008, algunas estructuras disciplinarias subsisten, especialmente en fuerzas con perfil castrense como Gendarmería.

Breve cronología legal

  • 2008 – Ley 26.394: Deroga el Código de Justicia Militar para tiempos de paz. Se elimina la justicia militar.
  • Desde entonces, los delitos de personal militar o de seguridad deben ser juzgados por la justicia ordinaria.
  • Sin embargo, persisten mecanismos administrativos internos con lógicas similares al Consejo de Guerra.

¿Por qué es problemático hoy?

  • Violación de garantías constitucionales: No se respeta el derecho al debido proceso ni al juez natural (art. 18 CN).
  • Resabios autoritarios: El Consejo de Guerra remite a una lógica pre-democrática que choca con el modelo de seguridad en democracia.
  • Persecución por motivos sindicales o políticos: Reclamar no es delito. Activar un Consejo de Guerra por usar WhatsApp es una forma de castigo político y disciplinario ilegal.

¿Se puede hacer un Consejo de Guerra en Gendarmería?

Sí, de forma excepcional y solo para faltas graves internas, no para protestas laborales pacíficas. Lo ocurrido con “Gato Verde” no encuadra bajo ningún criterio válido. Es una persecución disfrazada de disciplina.

¿Reclamar es delito?

No. Peticionar por derechos laborales está amparado por la Constitución Nacional y los tratados internacionales.

Usar un Consejo de Guerra como amenaza ante una protesta es una práctica ilegal, represiva y propia de regímenes autoritarios.

Una conclusión incómoda (pero necesaria)

“Un país que persigue a quienes lo protegen, no se protege a sí mismo.”

Este caso no es metáfora: es diagnóstico.

 

(*) Licenciado en Seguridad Pública y Ciudadana por la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), ex oficial de la Policía de la Provincia de Santa Fe, dirigente gremial policial y periodista.

 

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