CÓRDOBA: La «Brigada Fantasma» y la vigencia de estructuras que operan al margen de la ley

Esta nota publicada «Nada ha cambiado: antes fue la Brigada Fantasma, hoy los bastardos sin gloria. El pasado en el presente»en «El Cordobazo Azul» aborda la persistencia de prácticas represivas y grupos parapoliciales en Argentina. Establece un paralelismo entre la «Brigada Fantasma» del pasado y actuales fuerzas irregulares, sugiriendo que, a pesar del paso del tiempo, ciertas metodologías de control y represión persisten en el país.

Por Alberto Martínez

El autor reflexiona sobre cómo estas estructuras operan al margen de la ley, afectando la democracia y los derechos humanos, y destaca la necesidad de reconocer y confrontar estas continuidades históricas para avanzar hacia una sociedad más justa.

La historia se repite

Según el portal existe un legado oscuro de la Brigada Fantasma en una nueva estructura parapolicial en Córdoba

Lo que antes fue la «Brigada Fantasma», hoy parece resurgir con un nuevo nombre y métodos similares. Un reciente informe de Cordobazo Azul denuncia la existencia de un grupo dentro de la Policía de Córdoba autodenominado «Los Bastardos sin Gloria», compuesto por oficiales de alto rango que operan al margen de la ley, con una red de corrupción e impunidad que recuerda los peores momentos de la historia represiva argentina.

Un grupo con pasado y presente siniestro

Según la investigación, el grupo estaría encabezado por el comisario mayor Ismael «El Turco» Yabour, hijo de un ex represor condenado por delitos de lesa humanidad. Bajo su liderazgo, este sector policial no solo habría tejido vínculos con sectores políticos y judiciales, sino que también se lo señala por cometer delitos que van desde la extorsión hasta el enriquecimiento ilícito. La denuncia pública apunta a una estructura que, lejos de responder a la seguridad ciudadana, utiliza su poder para el beneficio personal de sus integrantes.

Las huellas de la dictadura en la actualidad

El paralelismo entre este grupo y la histórica «Brigada Fantasma» no es casualidad. Aquel grupo parapolicial actuó durante la dictadura con absoluta impunidad, reprimiendo, secuestrando y eliminando opositores. La permanencia de figuras con lazos directos con aquel régimen en cargos estratégicos dentro de la fuerza refuerza la hipótesis de que estas prácticas nunca fueron completamente erradicadas, sino que se transformaron y adaptaron a la democracia.

Las denuncias también ponen en evidencia cómo la impunidad sigue operando dentro de la policía, donde los casos de corrupción rara vez son investigados a fondo. El silencio de las autoridades judiciales y la falta de sanciones efectivas alimentan la sensación de que estos grupos tienen licencia para operar fuera del marco legal.

¿Hacia dónde va la seguridad en Córdoba?

El accionar de grupos como «Los Bastardos sin Gloria» refleja una crisis institucional dentro de las fuerzas de seguridad de la provincia. Mientras el discurso oficial insiste en combatir el crimen organizado, la realidad demuestra que dentro de la propia estructura policial existen sectores que actúan como verdaderas mafias.

La permanencia de estos grupos en el tiempo nos obliga a replantear el rol del Estado en la regulación de sus fuerzas de seguridad. ¿Quién controla a quienes deben controlar? Si la corrupción sigue enquistada en la policía, la seguridad pública seguirá siendo un territorio en disputa, donde los ciudadanos quedan atrapados entre el delito y la impunidad de quienes deberían protegerlos.

La denuncia de Cordobazo Azul no solo expone un problema estructural, sino que también deja en evidencia la necesidad urgente de reformar la fuerza y eliminar estos sectores que operan en las sombras. Sin una depuración real y un compromiso político genuino, la historia seguirá repitiéndose, con nuevos nombres, pero con los mismos métodos de siempre.

FA24

 

 

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