
En Cordobazo Azul (LaDocta TV), conducido por Adriana Rearte, el exoficial Hugo Cánovas Badra dio su primera entrevista tras recuperar la libertad condicional. Ratificó su inocencia en el caso David Moreno (2001) y detalló por qué, según él, el expediente está plagado de irregularidades. La noticia de su salida bajo control judicial se conoció días atrás.
Por Rubén Pombo
El regreso a la calle
Cánovas Badra salió con libertad condicional luego de cumplir los requisitos temporales y de conducta que fija la ley. La medida no lo absuelve: sigue condenado por la Cámara 1ª del Crimen (2017), fallo confirmado en instancias superiores, pero le permite continuar su pelea judicial en libertad.
“No maté a nadie”: el eje de su defensa
En el estudio, el exoficial sostuvo que nunca disparó contra civiles y que el proceso en su contra se sostuvo en testimonios contradictorios y en una cadena de mando que —afirma— alteró registros críticos (libros de guardia, inventarios de armas y munición) durante los hechos del 20 de diciembre de 2001 en Argüello. Asegura que pruebas materiales clave (ropa y cadena de custodia) desaparecieron, impidiendo pericias de distancia y residuos de disparo.
2001, saqueos y órdenes de “contención”
Cánovas enmarca el operativo en el contexto de estado de sitio, saqueos y acuartelamiento policial. Denuncia que se ordenó “reprimir” con escopetas sin control claro del parque y que se restituyeron armas secuestradas a los pocos minutos “por conmoción interior”. Según su relato, la responsabilidad funcional recae sobre jefes que dieron las órdenes y no sobre los ejecutores de menor jerarquía.
Lo que dice el expediente
De acuerdo con la cobertura reciente, la libertad condicional llegó sin revertir la condena y bajo control: deberá cumplir condiciones hasta agotar plazos o lograr una revisión extraordinaria. El derrotero judicial recuerda que TSJ y Corte Suprema rechazaron recursos previos.
Pericias, tecnología y una hipótesis alternativa
El entrevistado menciona pericias tecnológicas de reconstrucción que —según su equipo— ubicarían a otros tiradores a 15–20 metros y harían balísticamente imposible adjudicarle el disparo mortal. Ese planteo de reapertura fue tema de artículos y campañas públicas en años recientes.
Cárcel, silencios y prensa
Relató seis años de encierro en este último tramo, denunció tratos degradantes, “tortura psicológica” y filtros para impedirle dar su versión en medios mientras —dice— la familia de la víctima sí tenía micrófono. Pidió abrir la prueba tecnológica “que lo exculpa” y ubicar a “los verdaderos responsables” en el banquillo.
Política de seguridad y conducción institucional
Con tono autocrítico, sostuvo que la seguridad “se decide entre tiburones”, propuso que la Jefatura no sea exclusiva de oficiales de carrera y que el Ministerio de Seguridad tenga elección popular. Aun así, se declaró a disposición del actual ministro para “cambios medibles” en formación, protocolos y control de uso de la fuerza.
“Servir y proteger”: la consigna que vuelve
“Soy 100% azul. No voy a deshonrar el uniforme”, dijo. Prometió dedicar su libertad a limpiar su nombre y a acompañar otros casos que describió como “causas armadas”. El programa anticipó nuevas emisiones con documentos y pericias.
Por qué importa
-
Caso emblemático de los días más duros de 2001 en Córdoba.
-
Debate vigente: límites del uso de la fuerza, cadena de mando, valor de la prueba material vs. testimonial.
-
Impacto institucional: si prospera una revisión, reordenaría responsabilidades dos décadas después.
Fuentes consultadas
-
Frecuencia Azul: reseña del derrotero procesal y confirmación de instancias superiores.
-
Revista El Sur: reconstrucción y debate pericial en torno al caso David Moreno.
Esta entrevista forma parte del ciclo Cordobazo Azul por LaDocta TV. La cobertura seguirá los próximos pasos judiciales y cualquier respuesta oficial que surja tras estas declaraciones.
FA24
